EL TEST SOCIOMÉTRICO.
El
modo de aplicación consiste en repartir el impreso entre el alumnado de cada
curso, explicar la forma en que deben contestarse las preguntas y asegurar la
confidencialidad de las respuestas, ya que a la hora de construir el sociograma
no van a aparecer los nombres de cada uno, sino un simple número, no
identificable, que el profesor asignará a cada alumno.
Número:
........................
Nombre y apellidos:
...........................................................................
Edad: ........................
Curso: ........................ Fecha: ........................
PREGUNTAS
1.
Escribe el nombre y apellidos del/de la compañero/a con quien te gustaría estar
sentado/a en clase.
2.
¿Por qué? ....................................................................................
3.
Para jugar, ir de excursión, etc., ¿a quién prefieres de tus compañeros y
compañeras? Escribe su nombre.
4.
¿Por qué?
....................................................................................
5.
¿Con quién no te gustaría estar sentado/a en clase, ni jugar, por serte menos
simpático/a? Escribe su nombre.
SIMBOLOGIA
SOCIOMÉTRICA
Una vez obtenidas las
contestaciones, se anotan las respuestas en la tabla sociométrica.
La tabla sociométrica consiste en un cuadro de doble entrada, con tantos
espacios como alumnos haya en cada grupo-clase. Se numera a éstos, para no
hacer figurar los nombres y poder manejar ante cualquiera la tabla y el
sociograma posterior, y se sitúan en sentido vertical y horizontal.
Verticalmente, en el lateral, se coloca a los electores, y arriba,
horizontalmente, a los elegidos. Como es lógico, se necesita una tabla para
cada pregunta; es decir, una para las respuestas obtenidas a la pregunta 1, otra
para las de la pregunta 3 y una tercera para las de la pregunta 5. De cada
tabla se derivará, después, el sociograma y psicograma correspondientes.
La forma concreta de
anotar las respuestas es elemental: si el número 1 elige al 4, se señalará con
una cruz o cualquier otro signo el cuadro en que coinciden, exactamente, 1
horizontal. Así, se van reflejando todas las contestaciones, hasta completar
todos los datos obtenidos en la aplicación del test. Después, se suman los
signos encontrados en cada sujeto y se anotan en la parte inferior de la tabla,
y se tendrán las elecciones o rechazos acumulados por cada individuo, dato
interesante para plasmar en el psicograma.
Una vez recogidos todos los datos en la tabla se pasa a representar gráficamente las elecciones o rechazos puestos de
manifiesto en el sociograma, donde se
verá clarísimamente y sin
dificultad la estructura social interna del grupo-clase. Para hacer esta
representación se utilizan unos símbolos universalmente aceptados.
La manera práctica de
construirlo es ir señalando cada elección, uniendo los círculos o triángulos
con la flecha correspondiente. Por ejemplo, si la niña número 2 elige al niño
número 7.
Éstos, a su vez, se
elegirán entre sí o a otras compañeras o compañeros diferentes; así se irán
enlazando unos símbolos con otros, hasta llegar a la representación gráfica
completa de las relaciones existentes en el grupo y que compondrán el sociograma
del mismo. Las formas más características que suelen aparecer son: estrella,
triángulo, cadena, cuadrado.
Por fin, el
psicograma resulta útil para poner de manifiesto el grado o nivel de aceptación
que tiene cada sujeto dentro de su grupo. No se refleja quién le ha elegido, pero
sí el número de elecciones que ha recibido y su posición, en el grupo, con
respecto a los demás compañeros: aparecen claramente los que no tienen ninguna
elección, los que tienen una, dos, tres, etc. Consiste el
psicograma, por
tanto, en una serie de círculos concéntricos (todos los que sean necesarios) en
los que se vuelcan los datos de una tabla sociométrica determinada. El círculo
más próximo al centro será donde aparezcan los sujetos con mayor número de
elecciones recibidas, que en cada tabla puede ser diferente (por ejemplo,
cuatro); en el siguiente, saliendo hacia los exteriores, se situarán los
sujetos que hayan recibido tres elecciones; en el que sigue, los de dos; a
continuación, los de una y en el más externo (el más amplio) los que no han
recibido ninguna. El número de elecciones acumuladas por cada niño lo
facilitará la tabla sociométrica, como ya quedó comentado en el apartado de la
misma. Así pues, un alumno estará tanto más integrado, más aceptado en general,
cuanto más central resulte su posición en el psicograma. Cuando se represente
un psicograma de rechazos, las personas que ocupen las posiciones centrales
serán las más rechazadas; es decir, que su interpretación será de modo inverso
al comentado antes.
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